
“… En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo ME PASTOREARÁ. CONFORTARÁ MI ALMA; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre…” Salmo 23.
“Confortar” = refrescar, animar, renovar fuerzas, infunde nuevas fuerzas, da nuevas fuerzas.
¡Dios restaura, refresca, anima, da fuerzas a nuestras almas! Cuando enfrentamos diversas situaciones que parece que van a prevalecer sobre nosotros, cuando el propósito del enemigo es desalentarnos y aparentar que no podremos salir airosos, Es Dios quien como un rio se levanta a favor nuestro para alentarnos, refrescarnos darnos nuevas fuerzas y manifestar la victoria que Jesús ganó para nosotros.
Es a Dios que debemos de levantar nuestras miradas, es en Su Palabra que debemos de poner nuestra atención. Es en Su Presencia donde hallamos auxilio y ayuda frente a las tribulaciones de está vida. DIOS ES POR NOSOTROS; esto quiere decir que Él está a favor nuestro, que nos ama con un amor incondicional y que no hay nada que sea tan fuerte que Él no pueda ayudarnos. ¡Gloria a Dios!
David aprendió de su oficio como pastor cual era el corazón de Dios hacia nosotros. Al escribir por la inspiración del Espíritu Santo el salmo 23, nos muestra como Dios cuida de nosotros. Dios siempre ha querido que vivamos en completo bienestar y bendición. Él llamó al huerto “Delite” (Edén). Es decir un lugar donde todas nuestras necesidades estén satisfechas y podamos vivir con toda plenitud en toda área de nuestras vidas.
Cuando un creyente se empeña en alcanzar el bienestar y la seguridad en su vida independientemente de Dios termina alejándose más de Él y solo alcanza la decepción, el desanimo y la desesperanza. No importa si inicialmente las cosas parecen que van bien, Jesús dijo que alejados de él no podremos dar fruto permanente.
Él es nuestro Pastor, nada nos falta (En presente) porque Él es la fuente que suple todo lo que necesitamos en toda área de nuestras vidas.
Él es perdonador y restaurador:
Él fue tras la oveja perdida, su corazón no podía permitir que sea destruida. Fue a su encuentro y la trajo de regreso al redil. El corazón de Dios siempre está dispuesto para perdonar y restaurar a todos
No importa cuanto un creyente pueda alejarse de Dios, él siempre está dispuesto para recibirnos, limpiarnos y restaurarnos. Jesús ya pagó el precio por nuestros pecados (pasados, presentes y futuros), pero debemos regresar a la comunión con la decisión de vivir en ella toda el tiempo. Nuestro Gran Pastor siempre está dispuesto a nuestro favor.
Él es un Pastor proveedor.
Se delita en saciar nuestras necesidades. Él conoce nuestras necesidades físicas, emocionales y espirituales y ya hizo todo lo necesario para que estén suplidas. Isaías 53: 5 (Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.)
Debes de tener en claro que no hay nada en está vida que se puede convertir en una necesidad que nopuede ser suplida con Dios.EL YA HIZO TODO LO SUFICIENTE PARA QUE EN TODAS LAS COSAS ESTEMOS SUPLIDOS. No dejes que el diablo te engañe, tu Pastor es el que hace que nada te falte, es decir él es el gran proveedor.
Él es un pastor protector.
Su vara y su cayado nos infunden aliento. Estás son la herramientas que el pastor usaba para defender a sus ovejas de las fieras. David le dijo a Saúl, que cuando una fiera venía para atacar al rebaño, él defendía el rebaño, y si lo atacaban a él, entonces mataba a la fiera.
Dios ha provisto para nosotros la victoria frente a toda situación que enfrentemos. Romanos 8: 32 (El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?). Dios nunca nos abandona, Él es nuestro buen Pastor, nos guía en medio de las adversidades que el mundo quiere traer sobre nosotros.
Él nos guía con su Palabra: Salmos 119: 105 (Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.)
Estás bajo su protección: Salmos 91:1 (El que habita al abrigo del *Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Debemos desarrollar nuestra confianza en Dios a través de nuestra comunión intima, personal con Dios. El impacto de Dios sobre nuestra vida está determinado por el grado de nuestra comunión con Él.
¡Dios es Bueno, todo el tiempo!
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