lunes, 9 de abril de 2012

YO SOY LO QUE DIOS DICE QUE SOY

“Miren cuánto nos ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo más maravillosos es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos.” 1Juan. 3: 1 Biblia al día.

La declaración de Dios acerca de lo que somos ahora debe ser nuestra declaración acerca de lo que somos. SOMOS HIOS DE DIOS. Nada puede ser más poderoso que lo que Dios dice, nada es más determinante que las declaraciones de Dios.

El diablo pone en la mente de la gente pensamientos de menosprecio, derrota y una imagen de perdedores que los detiene en su vivir. Cuando piensas de manera diferente a lo que Dios dice que tú eres vives fuera de la realidad de la palabra. Muchas veces los creyentes están pensando de sí mismos lo que el mundo o el diablo les dicta, viven frustrados porque piensan que nunca tendrán victoria en sus vidas.

¡SOMOS HIJOS DE DIOS! Cualquier pensamiento diferente a está declaración es una mentira. Debemos estar seguros en está verdad. Hará que vivamos con seguridad en cada área de nuestras vidas. Los sentimientos de derrota, de bajeza o inseguridad se irán, actuaremos con confianza, seguridad y determinación. Meditemos en está verdad cada día, Yo soy lo que Dios dice que soy, y él ha dicho que soy su hijo. ¡Gloria a Dios!

Mi Padre celestial cuida de mi, él ha provisto todo lo necesario para que pueda vivir en el nivel que él quiere que viva.

2Pedro 1:3: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…”

Nadie tiene el poder para determinar lo que eres, eres un hijo de Dios. Esa es la declaración de Dios sobre ti. ¡Aleluya!

La Biblia dice:

Somos hijos de Dios, somos más que vencedores, somos Templo del Espíritu Santo, somos hijos de Luz, engendrados por Dios. Busca en la palabra lo que Dios dice que eres y no le creas a los que dicen. “Hermano, tu sabes somos pecadores y debemos esforzarnos para agradar a Dios “No, nunca aceptes esto, gracias al Señor Jesús, quien se hizo pecado por nosotros y paga el precio de nuestra redención, somos hijos de Dios, y nuestro Padre nos ama incondicionalmente. ¡Gloria a Dios”

Así que declara lo que Dios dice de ti. Tu eres un hijo de Dios, amado, limpio, con una nueva naturaleza. Eres el templo del Espíritu Santo, puedes caminar en está vida como más que vencedor. No te dejes intimidar por lo que diga el mundo, nadie puede cambiar lo que Dios ha dicho, declarado, establecido sobre ti: ERES UN HIJO DE DIOS.

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